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En 1986 logró la oportunidad de oro cuando fue admitida en el grupo Timbiriche para reemplazar a Sasha Sokol. En el grupo encontró el impulso artístico que necesitaba para darse a conocer como solista, pero también saboreó los primeros granos de envidia y competencia que abundan en el mundo del entretenimiento.
Aunque la animosidad entre los integrantes de Timbiriche parecía inalterable, los rumores sobre una supuesta rivalidad entre Paulina Rubio y Ariadna, que para aquel entonces ya había cambiado su nombre real por Thalía, no cesaban.
Los rumores no fueron confirmados mientras duró la experiencia, pero años después la cantante se confesó con Chábeli Iglesias en el programa que ésta presentaba en Univision.
"Cada miembro de Timbiriche tenía el micrófono de un color determinado
y una vez, por equivocación, agarré el micrófono amarillo durante un
concierto. La dueña de ese micrófono me lo quitó de las manos en plena
actuación y me gritó que se lo regresara", dijo, haciendo referencia a
Paulina, que según cuentan era la portadora de ese micrófono.
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El amor que la marcó para siempre
Conocer a Alfredo Díaz-Ordaz fue decisivo en su carrera. El veterano productor lanzó a Thalía en solitario y la protegió del mal ambiente que contamina el mundo artístico. Ella tenía 20 años y él rondaba los cuarenta, pero juntos lograron que el mito "Thalía", revolucionara Latinoamérica y se enamoraron en el proceso. Alfredo murió de una larga enfermedad cuando Thalía rodaba Marimar, y aunque habían terminado su relación amorosa, para Thalía fue un golpe muy duro.
Después de Alfredo se la ha relacionado con hombres importantes, dentro y fuera del mundo artístico como Luis Miguel, Jaime Camil Jr., y su actual esposo Tommy Mottola, presidente de Sony Music y ex marido de la cantante Mariah Carey.
El próximo proyecto de la actriz es triunfar en el cine norteamericano como su compatriota Salma Hayek.
Thalía ya ganó un Premio Lo Nuestro en 1998, como Mejor Artista Femenina en
la categoría Pop/Balada.